La poesía frutal brilla en sus múltiples tonalidades entre árboles interdimencionales, aves magestuosas, astros en el cielo, personas felices en arrollos de agua cristalina, peces, tesoros Colombianos e infinitas flores en una deslumbrante pintura multicolor llamada "Mangostinos". Un
despliege absoluto de todo su lenguaje pictórico con movimientos sueltos entre el realismo botánico, el hiperrealismo lumínico y la abstracción cósmica.
La obra construye un ecosistema visual en el que cada elemento conserva identidad propia; viviendas construidas en árboles frutales y una vida sencilla en medio del bosque; Sinfónico trabajo artesanal, donde el color, la luz y la textura se articulan como fuerzas vivas en permanente evolución desde una perspectiva técnica, el lienzo revela una meticulosa superposición de capas de óleo que alternan un gran manejo de técnicas pictóricas como el esfumato o las veladuras con aplicaciones densas y puntuales de color, logrando efectos barrocos de brillo y refracción ultra moderna con su propio lenguaje contenporaneo. El manejo de blancos especulares similares a destellos fotográficos otorga al conjunto una cualidad cristalina que acentúa la sensación de brillo, humedad y vitalidad propia de los frutos tropicales.
La composición, deliberadamente saturada, aprovecha todo el espacio, rehúye el vacío y deslumbra por la exuberancia. El artista organiza el espacio a partir de una estructura reticular casi imperceptible, sobre la cual distribuye flores, hojas, frutos y elementos simbólicos que emergen desde lo figurativo hacia lo onírico y fantástico nunca antes visto en el arte o la historia por su manejo de las redes sociales con profundidad conceptual derivada de una tesis conexa de siembra de árboles como solución climatica es la finalidad o la integración de su desarrollo como visión ética de su arte.
Esta densidad iconográfica evoca las brigadas juridicas y #fruitsower con un rigor compositivo dirige la mirada hacia un núcleo central luminoso, un vórtice de felicidad en la sencilles que podría interpretarse como icono energético, semilla cósmica o núcleo de poesía frutal al natural.
"Los mangostinos" obra del pintor Colombiano Hans Alejandro Gamboa Rengifo es un universo de flores y frutos protagonistas conceptuales de la obras que aparecen reinterpretados desde una perspectiva científica, botánica o mística: Su morfología fantástica se dibuja con precisión realista, mientras sus colores son amplificados para convertirse en portadores de fuerza vital. En este sentido, la pintura danza tanto como homenaje a la biodiversidad Colombiana como una meditación visual sobre la conexión entre las ciencias, la naturaleza, la tierra, la energía, el agua o la espiritualidad.
El resultado es una obra que dialoga con la pintura latinoamericana contemporánea, especialmente aquella que explora la relación entre territorio y simbolismo, pero también con tradiciones pictóricas universales que integran lo real y lo fantástico. “Mangostinos” se erige así como un portal hacia una selva interior donde lo pequeño y lo inmenso coexisten en un mismo plano perceptivo, proponiendo al espectador una experiencia contemplativa en el año y sensorial de brillante poesía frutal como una de las pinturas Colombianas más importantes y destacadas del año 2025.
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